¿DE QUÉ HABLABAIS POR EL CAMINO?

¿DE QUÉ HABLABAIS POR EL CAMINO?

Cuando te hemos recogido haciendo autostop, en el coche íbamos oyendo música y habíamos escuchado una vieja canción de Silvio Rodríguez: «A dónde van». ¿La conoces? Es bella y triste, lo que no necesariamente tiene que ir junto, porque a veces pensamos que sólo lo triste puede ser bello. Pero en este caso la canción es las dos cosas, porque habla de la nostalgia y el dolor por la pérdida. Y de la sed de sentido: «¿a dónde van las palabras, las miradas, las pequeñas cosas de la vida?», se pregunta.

La escuchábamos y nos pusimos a hablar de gente a la que hemos querido y que ya no está. Y de lo mucho que la echamos de menos. ¿A dónde va todo ese amor que tuvimos? ¿Adónde fueron nuestras ilusiones? ¿y todo el esfuerzo que pusimos en algunos proyectos? ¿de qué nos sirvió soñar en algunos momentos? Y nos decíamos que no sabemos más que hacernos preguntas, porque nos gustaría entender algunas cosas y más bien parece que no comprendemos nada. Y por encima de todo (o de nada) que por qué tenemos que sufrir o pasarlo mal. Por ejemplo, ¿a dónde van las vidas de toda esa gente huyendo de las guerras, malviviendo encerrados en los campos de refugiados, vagando por el mundo en busca de algo que darle a sus hijos? ¿A dónde irán todas sus historias, su lucha personal y su trabajo?

Yo me acordaba de la hija de una amiga. Se lo contaba a este. Nació con parálisis cerebral y sobrevivió con muchas dificultades hasta los ocho años o así (no recuerdo exactamente).

NO PODEMOS DEJAR DE HACERNOS ESAS PREGUNTAS, INCLUSO CUANDO LAS CALLAMOS.

Cuando falleció acudí a su casa a acompañar a la madre. La niña estaba todavía en su cama, como definitivamente dormida y aún llevaba puesta la sonda nasogástrica que le había alimentado toda su corta vida. Me fijé que tenía fuertemente cerrado el puño de una mano, como el rescoldo de todo el esfuerzo con que se había agarrado durante esos años a la vida. O quién sabe, quizás como un discreto y sencillo gesto de protesta. ¿A dónde va la historia de esa pequeña y la de su madre? ¿a dónde su lucha con la enfermedad, con el dolor, con el olvido?

Cuando paramos para recogerte íbamos comentado la necesidad que algunos tenemos de preguntarnos todo eso. No digo que tengamos la respuesta, eh. Simplemente que no podemos dejar de hacernos esas preguntas (incluso cuando las callamos). Y que a veces lo único que nos queda es expresarlas o reconocerlas en un poema o una canción, como la que habíamos escuchado. Al verte en el camino haciendo dedo nos dijimos, con un deje de escepticismo y mucha guasa: «mira, este tiene pinta de haber estudiado, igual tiene la respuesta a todo esto. ¿Lo cogemos?». Y nos entró la risa.

¿OTRO CENTRO BÍBLICO?

¿OTRO CENTRO BÍBLICO?

En los últimos tiempos se vienen multiplicando las ediciones de Biblias, así como los Centros de estudio de las Sagradas Escrituras. La fuente bíblica es inagotable para los que intentamos acercarnos a ella para saciar nuestra sed de verdad y de vida, y después para difundir estas mismas riquezas de la Palabra de Dios entre todo el pueblo cristiano.

En tiempos no tan lejanos, había una cierta reticencia para que las Sagradas Escrituras llegasen, en toda su integridad, a las manos de los fieles. Fue después del Concilio Vaticano II cuando, de manera muy especial, comenzaron a proliferar las publicaciones, la lectura, el estudio, y la utilización de los textos bíblicos en la pastoral y en la catequesis.

Esta sencilla revista, Biblia Viva, que tienes en tus manos, quiere contribuir a la expansión del conocimiento y estudio de la Palabra de Dios. Los Paulinos, miembros de la Sociedad de San Pablo, desde el momento de nuestra fundación, crecimos con el estudio y la difusión de las Sagradas Escrituras. En los primeros tiempos, el P. Alberione escribía: «Para un buen paulino, la Biblia ha de ser de lectura diaria; convirtiéndose en el primer libro que debemos difundir; es el contenido de todo nuestro magisterio«.

Desde entonces, han sido muchos millones de Biblias las que los Paulinos hemos difundido en los cinco continentes. Pero esto no es suficiente: se necesita vivir y hacer vivir el mensaje que encierra la Palabra de Dios, a través de estudios, comentarios y subsidios catequéticos que ayuden a llegar al meollo de su mensaje de vida y salvación para cuantos creemos en ella.

El CENTRO BÍBLICO SAN PABLO, que ahora te presentamos, es el organismo de la Sociedad de San Pablo para la coordinación y promoción del apostolado bíblico de la Congregación, a través de los diversos Centros Bíblicos San Pablo, esparcidos por el mundo entero. El fin de esta iniciativa no es simplemente el de reproducir los textos escriturísticos, cosa que desde siempre hemos hecho a través de la Editorial SAN PABLO y SOBICAIN (Sociedad Bíblica Católica Internacional): el objetivo que nos marcamos con este CENTRO BÍBLICO SAN PABLO es ofrecer al mundo la Palabra de Dios, ayudando a las comunidades y a cada uno, a vivirla y comunicarla mediante iniciativas editoriales, formativas, pastorales, espirituales y eclesiales, en todas las plataformas de la comunicación actual.

Desde la Editorial, de acuerdo con los órganos de producción y difusión, nos comprometemos a promover nuevas traducciones y adaptaciones de la Biblia para todos los públicos. A esto queremos añadir el carácter pastoral de las diversas publicaciones, y otras iniciativas que tengan en cuenta la cultura «on line».

Desde la Formación, se activarán medios y momentos adecuados, como jornadas o cursillos de fin de semana, de introducción o profundización en las Sagradas Escrituras; alguna jornada presencial en la misma Editorial, y otras iniciativas en las Librerías San Pablo, San Pablo Radio, etc.

Desde la Pastoral, todos los Centros Bíblicos San Pablo del mundo, tendrán muy presente el carácter pastoral de las diversas actividades, celebraciones litúrgicas o festivas, valorizando en particular «El Domingo de la Palabra» y el «Mes de la Biblia».

Desde la Espiritualidad y la Eclesialidad, el Centro se propondrá utilizar métodos de lectura orante de la Palabra, «Lectio Divina», «Método paulino: Camino, Verdad y Vida», todos ellos como lugar de la Presencia viva de Dios en medio de la comunidad, procurando siempre sinergias y colaboración con la Iglesia local y otros organismos.

PRESENTACIÓN

PRESENTACIÓN

La revista que tienes en tus manos, amigo lector, consta de seis apartados: tres apartados dedicados a la Biblia como PALABRA DE DIOS

  • Vivir la palabra: la vida precede a la Palabra, la Palabra ilumina la vida.
  • Estudiar la palabra: el texto, los términos, sus sentidos, su dimensión eclesial
  • Orar la palabra: escuchar para creer, para alabar, para anunciar.

Dos apartados didácticos o instrumentales

Los libros de la Biblia: una presentación breve pero enjundiosa.

Recursos: propuestas, actividades, sugerencias, esquemas.

El séptimo y último apartado pretende un acercamiento a la Biblia desde las anécdotas, las curiosidades e incluso desde el juego. Su título es «PONTE A PRUEBA».

¿En quién estamos pensando al escribir estas páginas? En un público amplio que tenga «sed» de conocer la Biblia como Palabra de Dios. Pensamos en padres de familia y en catequistas. Pensamos en profesores y en personas que pertenecen a un grupo en la parroquia. Pensamos también en personas que no están en ninguno de estos apartados anteriores, pero tienen un interés real por la Biblia: les interesa, quieren leer, quieren saber.

Por eso mismo, por ser los destinatarios un grupo amplio, hemos buscado explícitamente un lenguaje sencillo, evitando palabras complicadas o tecnicismos. Pero esto no quiere decir que el contenido no sea riguroso, serio, profundo. Quiere decir, sencillamente, que queremos llegar a la mayor cantidad de personas posible.

Como podrás leer en el primer artículo de esta revista, nace en un proyecto más amplio y más ambicioso de la Sociedad de San Pablo: el «El Centro Bíblico San Pablo». Nosotros estamos a su servicio, muy atentos a cuanto podáis necesitar para conocer la Biblia y hacerla accesible a mucha gente que bien la desconoce, bien la conoce pero no ha entrado en su corazón profundo y cordial. Con mis mejores deseos.